Este 21 de julio, Brett Hankison, exagente de policía de Louisville, fue condenado a 33 meses de prisión por el asesinato de Breonna Taylor. La joven afroamericana de 26 años fue asesinada en su domicilio durante una operación policial contra el narcotráfico en marzo de 2020. Durante la intervención, los agentes utilizaron una orden judicial sin previo aviso, lo que llevó al novio de Taylor a disparar, pensando que eran intrusos, y provocó que los policías respondieran al fuego. El Departamento de Justicia, bajo la presidencia de Donald Trump, había solicitado inicialmente que Hankison solo fuera encarcelado por un día.
La muerte de Taylor, junto con el asesinato de George Floyd en Minneapolis, desató protestas a nivel nacional por la justicia racial y el trato desigual que reciben las personas de color por parte de los cuerpos policiales. La sentencia de Hankison, aunque considerada insuficiente por la defensa, marca un precedente histórico en Estados Unidos, al ser la primera vez que se presentan cargos federales contra un policía por la muerte de una mujer negra. Este caso resalta las crecientes demandas de reforma en el sistema de justicia y la vigilancia policial en el país.
Leer noticia completa en El Pais.