Con la llegada de la primavera-verano 2025, se marca el inicio de una nueva etapa en el ámbito de la moda, donde las paletas de colores juegan un papel esencial en la renovación del fondo de armario. Los expertos han señalado que la próxima temporada estará dominada por tonos que evocan frescura y renovación. Colores vibrantes como el coral, el verde esmeralda y el azul celeste ganarán protagonismo, junto con tonalidades más sutiles como el beige arena y el rosa cuarzo, ideales para quienes prefieren un enfoque más discreto pero igual de elegante. Estas elecciones no son casuales, sino una respuesta a la búsqueda de conexión con la naturaleza y el bienestar emocional que buscan los consumidores tras años de incertidumbre global.
Para aquellos que desean estar a la vanguardia, las opciones de compra se presentan variadas y accesibles, desde marcas de lujo hasta opciones más asequibles de moda rápida. No solo se trata de una cuestión estética, sino también de funcionalidad y adaptabilidad a diferentes escenarios, desde eventos casuales hasta ocasiones más formales. Con el auge del comercio electrónico, es más fácil que nunca acceder a estas tendencias globales, permitiendo una personalización del estilo propio que refleja las últimas novedades del mundo de la moda. Así, la primavera-verano 2025 no solo promete ser una temporada de renovación visual, sino también un paso hacia una interpretación más personal y consciente del vestir.
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