Un incendio forestal de grandes proporciones ha devastado una vasta área boscosa en la región norte del país, obligando a numerosas familias a evacuar sus hogares. Los equipos de bomberos trabajan incansablemente para controlar las llamas, aunque la intensidad del fuego y las condiciones climáticas adversas complican los esfuerzos. Las autoridades han solicitado ayuda internacional para combatir el siniestro, que ya ha consumido miles de hectáreas y amenaza con expandirse aún más si no se controla a tiempo. La causa del incendio aún se investiga, mientras crece la preocupación por el impacto ambiental y humano.
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