Las provincias argentinas de Salta y Jujuy, en el extremo nororiental del país, se destacan por sus impresionantes paisajes que combinan desiertos con formaciones caprichosas, bosques de cactus, salinas gigantes y montañas coloridas, características que las convierten en un importante reclamo turístico. La región ofrece a los viajeros un recorrido de una semana por sus principales atractivos, comenzando en la ciudad de Salta. Este circuito triangular incluye la visita a Cafayate y Cachi, destacando atracciones como el Museo de Arqueología de Alta Montaña, el icónico Tren de las Nubes y la Quebrada de las Conchas, famosa por sus formaciones rocosas multicolores. En Cafayate, los turistas pueden explorar bodegas que producen el reconocido vino blanco Torrontés, mientras que el trayecto hacia Cachi permite disfrutar del paisaje desértico de la Ruta 40, y es una oportunidad para descubrir la Quebrada de las Flechas antes de descansar en el pintoresco Cachi.
En Jujuy, la Quebrada de Humahuaca es el corazón de la experiencia turística, reconocida por la UNESCO como patrimonio cultural y natural. Con la localidad de Tilcara como base central, los visitantes pueden disfrutar de su vibrante vida nocturna e infraestructura turística. Entre los puntos destacados se encuentra la montaña de Hornocal, famosa por sus 14 colores, y otros paisajes igualmente fascinantes como el cerro Pollera de la Coya y la Paleta del Pintor. El cerro de los Siete Colores en Purmamarca ofrece un mirador cercano que permite una vista impresionante de la montaña y el tradicional pueblo circundante. Desde allí, un recorrido por la Ruta 52 lleva a las Salinas Grandes, el cuarto salar más grande de Sudamérica, donde los turistas pueden experimentar un juego fotográfico de perspectivas. Este viaje no solo promete paisajes asombrosos, sino también una inmersión en la rica cultura andina de la región.
Leer noticia completa en El Pais.