La gastronomía madrileña ha evolucionado hasta convertirse en un pilar fundamental del turismo en la región, gracias a su capacidad de combinar tradición, innovación y diversidad. La Comunidad de Madrid se ha consolidado como uno de los destinos gastronómicos más dinámicos de Europa, apoyándose en el uso de productos locales y un servicio de alta calidad, accesible para todos. José Antonio Aparicio, presidente de Hostelería Madrid, subraya el compromiso con la sostenibilidad del sector, que ha captado la atención tanto de clientes nacionales como internacionales. Esta riqueza culinaria se expresa en una oferta diversa que abarca desde los platos tradicionales como callos y cocido, hasta propuestas de cocina internacional en auge.
La ciudad no solo apuesta por la cocina clásica, sino que se ha convertido en un crisol gastronómico con influencias de todo el mundo, reflejando el talento local e internacional. Entre los espacios destacados, se encuentran locales que van desde la alta cocina con estrellas Michelin hasta bares y tabernas que ofrecen tapas y menús del día. La popularidad de mercados, coctelerías y barras de tapeo reafirma a Madrid como un destino culinario vibrante, donde la diversidad de precios permite que todos puedan disfrutar de sus manjares, estableciendo un equilibrio entre lujo y accesibilidad. La región sigue atrayendo propuestas innovadoras, consolidándose como epicentro de la cocina española y un punto de referencia gastronómico mundial.
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