La evaluación de los vicepresidentes propuestos por Ursula Von der Leyen para la Comisión Europea se encuentra suspendida indefinidamente debido a complejas negociaciones políticas. La situación se ha tensado especialmente tras la audiencia de Teresa Ribera, la candidata española a vice presidenta, que no cuenta con el apoyo suficiente. Las conversaciones se han estancado debido a desacuerdos entre populares y socialdemócratas, quienes desconfían de colaborar con la ultraderecha representada por el ECR y Patriotas por Europa. Además, la figura del comisario húngaro Olivér Várhelyi genera rechazo en ambos bandos, complicando aún más la viabilidad de un acuerdo.
Con la fecha del 27 de noviembre como límite para la votación del colegio completo de comisarios en el Parlamento Europeo, persisten las tensiones entre las principales familias políticas. Ambas partes parecen no ceder en sus posturas: los socialdemócratas rechazan cualquier colaboración con la ultraderecha, mientras los populares incidieron en garantías por parte de Ribera sobre su comparecencia y posible dimisión. En un escenario donde el equilibrio de poder es fundamental, y con Hungría bajo la presidencia del Consejo Europeo, la incertidumbre persiste mientras se acercan negociaciones decisivas que podrían influir en la estabilidad de la Comisión Europea y sus relaciones con Budapest.
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