Madrid es una ciudad con una profunda conexión con su patrimonio funerario, que se refleja en la diversidad y relevancia histórica de sus cementerios. Estos espacios, más allá de ser recintos de descanso eterno, se han convertido en puntos de interés cultural, albergando a figuras prominentes de la historia de España y mostrando la evolución de la ciudad a través de los siglos. El Cementerio de La Almudena se erige como el más conocido y extenso de la capital, englobando siglos de historia y destacando por su riqueza arquitectónica. En contraste, el Cementerio Británico ofrece una visión del impacto internacional en Madrid, representando a aquellos británicos que hicieron de esta ciudad su hogar final.
A la par, el Cementerio Civil de Madrid destaca por su carácter secular, siendo uno de los primeros en España en acoger a personas no religiosas desde su inauguración en 1884. Este recinto ha sido escenario de múltiples eventos sociales y políticos, contribuyendo al relato histórico de la ciudad. Otros cementerios, como los sacramentales de San Isidro y San Justo, son célebres por su arte funerario, atrayendo a historiadores y turistas interesados en la riqueza cultural que ofrecen. En estos espacios se refleja la diversidad cultural y religiosa de Madrid, abarcando desde las tradiciones hebreas en el Cementerio Hebreo hasta los aspectos comunitarios en cementerios parroquiales y menores distribuidos por los distintos distritos de la ciudad. Cada cementerio en Madrid cuenta una parte de la historia, haciendo de ellos lugares de memoria y reflexión.
Leer noticia completa en OK Diario.