El diagnóstico de endometriosis suele llegar tarde para muchas mujeres, como es el caso de una seguidora que soportó dolores insoportables durante casi una década antes de obtener una respuesta definitiva entre los 28 y 29 años. La endometriosis, una enfermedad que afecta al 10% de las mujeres, según la OMS y EndoFrance, puede tardar en promedio siete años en diagnosticarse. Se caracteriza por el crecimiento de tejido endometrial fuera del útero, lo que provoca inflamación y adherencias similares al efecto de un chicle entre los órganos. Esto resulta en dolor pélvico incapacitante durante la menstruación y molestias significativas durante las relaciones sexuales.
La esfera íntima se ve severamente afectada por esta condición, convirtiendo el sexo en una fuente de dolor en lugar de placer. Muchas mujeres reportan sequedad, dificultades con la penetración, y la necesidad de ignorar el dolor para no cortar el ambiente con sus parejas. La falta de lubricación natural, incluso con el uso de geles, y los comentarios insensibles por parte de algunos profesionales de la salud empeoran la situación. Soluciones alternativas como el dispositivo Ohnut, diseñado para limitar la penetración y reducir el contacto con áreas sensibles, ofrecen cierta mejora. Asimismo, el uso de discos menstruales en lugar de copas tradicionales proporciona alivio a algunas mujeres, al ser menos invasivos y no generar presión. La necesidad de empatía y atención adecuada del sistema de salud es crucial para mejorar la calidad de vida de quienes padecen esta enfermedad multifactorial.
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