El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, está bajo escrutinio tras la revisión de su teléfono móvil en el marco de una investigación por posible filtración de información sobre un caso de fraude fiscal. El asunto se ha vuelto notorio debido a que el caso involucra al novio de Isabel Díaz Ayuso, política de relevancia en el panorama español. Durante el análisis del dispositivo móvil de García Ortiz, los investigadores encontraron «0 mensajes» en los días bajo sospecha, lo cual ha generado un torbellino de interpretaciones y debates en la esfera pública. Algunos sostienen vehementemente que la ausencia de mensajes es prueba de su inocencia, mientras que otros insinúan la posibilidad de que los mensajes hayan sido eliminados deliberadamente, alimentando las especulaciones sobre su culpabilidad.
Este evento se suma a una serie de comparecencias judiciales que han captado la atención mediática en una semana particularmente activa en los tribunales, destacando los nombres de Aldama, Koldo García, Ábalos y Begoña Gómez. La posibilidad de nuevas revelaciones continúa avivando el interés general, y la percepción pública parece dividida en torno al caso del fiscal general. Si bien oficialmente no se ha llegado a una conclusión definitiva sobre su implicación, la investigación sigue abierta y se espera que surjan más detalles que puedan aclarar o complicar la situación, en un contexto donde las filtraciones y el manejo de información sensible son temas de creciente preocupación.
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