En Colombia, el acceso al sistema bancario ha aumentado en los últimos años, lo que refleja un avance significativo en la inclusión financiera del país. No obstante, a pesar de este aumento en la bancarización, un problema persistente sigue siendo la dificultad que enfrentan muchas personas para acceder a créditos. Las entidades financieras tradicionales suelen imponer requisitos estrictos que excluyen a un segmento importante de la población, especialmente aquellos con ingresos bajos o sin un historial crediticio formal. Esta brecha en el acceso al crédito limita las oportunidades de crecimiento económico y desarrollo personal para los colombianos más vulnerables.
Ante esta situación, las fintech, empresas que combinan tecnología y finanzas, están ganando terreno al ofrecer soluciones más accesibles y flexibles. Estas compañías utilizan herramientas digitales para evaluar el riesgo crediticio de manera más inclusiva, permitiendo que personas que anteriormente no calificaban para un préstamo puedan ahora acceder a financiamiento. Además, sus plataformas digitales facilitan procesos que antes eran engorrosos y burocráticos, expandiendo las posibilidades para emprendedores y trabajadores del sector informal de acceder a capital para sus proyectos y negocios. Así, las fintechs no solo están redefiniendo el paisaje financiero, sino que también están jugando un papel crucial en la democratización del crédito en Colombia.
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