En un reciente informe sobre inteligencia artificial (IA) dirigido al consumidor, publicado en julio de 2025, se ha evidenciado que los usuarios que emplean IA para tomar decisiones experimentan, en primer lugar, un poderoso alivio. La tecnología les ha permitido sentirse menos agobiados y más apoyados, empoderándolos para actuar con mayor resolución en su vida personal. Desde entonces, este alivio ha mutado, transformando a muchos usuarios, ahora conocidos como «Entusiastas de la IA», quienes están integrando la IA de manera más activa en su vida cotidiana, disfrutando de beneficios sustanciales.
El estudio destaca que existe una creciente disparidad en ambición y confianza entre quienes utilizan IA y aquellos que todavía están considerando cómo empezar a hacerlo. Los usuarios que emplean herramientas de IA para la toma de decisiones son un 30% más propensos a identificarse como ambiciosos y un 14% más propensos a describirse como seguros de sí mismos comparado con quienes no adoptan estas tecnologías. Este incremento en confianza no solo refleja un cambio en el uso de tecnología, sino también una transformación en la percepción del potencial personal.
A medida que la implementación de la IA sigue en aumento, la diferencia en su uso entre grupos de consumidores varía notablemente. La clave para entender esta divergencia no solo está en quién utiliza la IA, sino en cómo lo hacen. Los usuarios más comprometidos reportan niveles de ambición más altos y beneficios en diversas áreas de sus vidas, sirviendo de modelo a seguir para los demás.
La adopción de IA está creciendo rápidamente, especialmente entre las generaciones más jóvenes, donde un 58% de la Generación Z y de los Millennials la utilizan al menos una vez a la semana. Este crecimiento ha superado ampliamente el ritmo de adopción de los smartphones en su momento. Sin embargo, ciertos grupos aún no aprovechan estas herramientas.
Entre los beneficios mencionados por los usuarios más jóvenes, el 64% reporta que la IA ha influido positivamente en sus habilidades y aprendizaje, mientras que un 61% señala mejoras en su vida profesional. Estas cifras son alentadoras y reflejan un creciente interés en cómo la IA puede facilitar distintos aspectos de la vida.
Otro factor importante es que los usuarios que interactúan activamente con la IA tienden a verla como un colaborador, no solo como una herramienta, permitiéndoles no solo realizar tareas, sino también explorar y tomar decisiones de manera más informada.
La confianza en la IA es crucial. Los usuarios se sienten más cómodos cuando creen que la IA recuerda sus preferencias y se adapta a sus necesidades a lo largo del tiempo. Además, la transparencia en cómo se generan las respuestas de la IA es fundamental para aumentar la confianza y el uso eficaz de estas herramientas en decisiones diarias.
En resumen, a medida que más personas empiezan a experimentar con la IA, esta emerge como una oportunidad para el crecimiento personal y la toma de decisiones informadas. Quienes se involucran activamente con la IA están cosechando beneficios, mientras que la brecha entre estos entusiastas y el resto continúa expandiéndose. Para aquellos que aún están al margen de esta tecnología, el camino radica en comenzar con pequeños pasos y explorar cómo la IA puede ser útil en su vida diaria.