En Zaragoza, ha sido instalado un nuevo radar de velocidad en la carretera de Logroño, específicamente en el punto N-232, una de las zonas más transitadas de la ciudad. Este dispositivo busca concienciar a los conductores sobre la importancia de respetar el límite de 50 kilómetros por hora, especialmente durante los horarios de entrada y salida de los colegios, cuando el flujo vehicular es más intenso. La ubicación del radar, justo enfrente de un paso de peatones y afectando a los tres carriles de entrada a la ciudad, responde a la creciente preocupación de los vecinos, quienes han visto cómo muchos automovilistas superan la velocidad permitida en este tramo, que sirve como acceso hacia la autovía.
La iniciativa surgió a raíz de las quejas de la Asociación de Vecinos Silveria Fañanás, que solicitó la instalación del radar y la ampliación de las aceras en la zona para mejorar la seguridad vial. La comunidad ha celebrado la colocación del dispositivo, argumentando que su presencia permitirá reducir el riesgo de accidentes y ofrece una mayor tranquilidad a quienes transitan por la vía. Se estima que diariamente circulan más de 20,000 vehículos por esta carretera, incluyendo muchos pesados, lo que eleva las preocupaciones sobre la seguridad vial en un vecindario que ha vivido incidentes desafortunados en el pasado.
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