En un experimento visual y poético, se presenta un poema rodeado por un mar de comillas tipográficas, destacando en su centro la palabra «ai», junto con sus variaciones como «mau», «meu», «uix» y «oi-oi-oi». El proyecto busca capturar la esencia efímera y, a menudo, caótica de las palabras en un contexto contemporáneo donde el «hoy» parece extenderse por años. Inspirándose en las reflexiones del poeta Pi de la Serra, quien confiesa crear «millones de tonterías», la obra es un testimonio del flujo interminable de pensamientos y emociones en la era moderna.
Este enfoque artístico resalta la relación intrínseca entre lenguaje y emoción, sugiriendo que detrás de cada expresión literaria se esconde una multiplicidad de sentidos y respuestas humanas. Al envolver un simple término en comillas, se enfatiza su potencia emocional y su capacidad de evocar reacciones universales e inmediatas. Con esta representación, se invita al espectador a contemplar la libertad y lo efímero de las palabras, subrayando el papel del lenguaje como un reflejo íntimo y mutable de la experiencia humana.
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