En la víspera de la V Cumbre de Presidentes Amazónicos de la OTCA, Colombia observa detenidamente la situación en la Amazonia, especialmente por la tensión diplomática con Perú sobre la isla de Santa Rosa y los crecientes problemas de seguridad en la zona. Según Martín Von Hildebrand, de la OTCA, la Amazonia está controlada por mafias que poseen más recursos que los propios gobiernos. La cumbre, que reunirá a líderes de Brasil, Colombia, Perú, Ecuador y otros países de la región, abordará la amenaza del crimen organizado y su impacto en la conservación amazónica, un problema agravado por la creciente demanda de cocaína y los altos precios del oro.
Además, el debate sobre la explotación de recursos en la región promete ser un punto álgido. Mientras el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, aboga por la exploración petrolera cerca de la selva como parte de la transición energética, su homólogo colombiano, Gustavo Petro, advierte contra ello por el impacto ambiental. Esta divergencia se suma a las preocupaciones de los pueblos indígenas, que exigen un papel activo en la cogobernanza para proteger sus territorios y asegurar el acceso a fondos climáticos. La declaración final de la cumbre podría enfrentar desafíos para alcanzar un consenso debido a estas tensiones.
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