Italia ha añadido recientemente un asombroso hallazgo a su legado histórico y cultural. Durante una caminata en el Parque Orobie Valtellinesi, en los Alpes italianos, la excursionista Claudia Steffensen descubrió lo que resultó ser un ecosistema paleozoico completo de hace 280 millones de años. Inicialmente percibida como una simple roca con marcas inusuales, el sitio reveló cientos de huellas fósiles de anfibios, reptiles e insectos. Científicos del Museo de Historia Natural de Milán, junto con investigadores de la Universidad de Pavía y el Instituto Leibniz de Berlín, se apresuraron al lugar, que ha sido calificado como un «gran laboratorio al aire libre». El derretimiento del hielo, acelerado por el calentamiento global, fue clave para exponer este tesoro paleontológico largamente oculto.
Las huellas descubiertas presentan un notable estado de conservación, incluso permitiendo observar detalles finos como las yemas de dedos y la piel de los animales, junto con fósiles vegetales como frondas y semillas. Este yacimiento no solo ofrece a los científicos la oportunidad de estudiar la biodiversidad antes de la era de los dinosaurios, sino que también subraya los efectos del cambio climático actual, que hizo posible el descubrimiento. Autoridades locales y funcionarios planean convertir este hallazgo en un recurso educativo para investigadores y estudiantes, utilizando drones y helicópteros para cartografiar la zona inestable. Este descubrimiento nos recuerda la vasta historia de nuestro planeta y la necesidad de proteger su herencia natural, según destacó Massimo Merati, director del parque.
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