En el fascinante ámbito del diseño de interiores, la paleta cromática elegida puede redefinir un espacio por completo, encapsulando la esencia de quienes lo habitan. A medida que el 2025 se aproxima, las tendencias indican una inclinación hacia tonos vibrantes y acogedores que dominarán la decoración de salas, según expertos en diseño y color que ya han identificado los siete colores más influyentes para el año.
Encabezando la lista está el azul cerúleo, un tono que inspira serenidad y calma. Asociado con la creación de ambientes relajantes, este color se consolidará como predilecto para áreas destinadas al descanso. En un mundo donde los hogares son refugios, el azul cerúleo se destaca por su capacidad para traer paz a cualquier espacio.
El verde oliva ocupa el segundo lugar como tendencia. Este color evoca una conexión natural y orgánica, simbolizando sostenibilidad. Su compatibilidad con elementos de madera y vegetación lo convierte en la elección perfecta para aquellos que buscan armonía ambiental y un toque natural en sus salas.
El vibrante amarillo mostaza promete transformar las estancias con su energía y alegría. Utilizado como acento, este tono cálido intensifica la luminosidad del espacio, creando zonas de interés que elevan cualquier decoración sin resultar abrumadoras.
El gris perla se erige como una opción elegante entre los tonos neutros. Su versatilidad permite que otros colores resalten, adaptándose a estilos diversos, desde lo minimalista hasta lo bohemio. Este color se aprecia por su capacidad de aportar sofisticación y coherencia estilística.
El morado lavanda, suave y refinado, se perfila como un preferido para quienes desean un toque de sofisticación. Ideal para transformar salas en refugios acogedores y románticos, este tono promete añadir un aire de intimidad y calidez a los hogares.
El terracota, por su parte, con su conexión terrenal, ofrece calidez y confort. Perfecto para quienes anhelan una sensación hogareña, este color se combina maravillosamente con textiles naturales, animando espacios de manera acogedora y atractiva.
Por último, el blanco roto emerge como una alternativa cálida al blanco puro. Su capacidad para proporcionar luminosidad sin frialdad lo convierte en un favorito, ofreciendo amplitud como telón de fondo para elementos decorativos más atrevidos.
Estos colores no solo dictarán el estilo de las salas en 2025, sino que también fomentarán una mezcla de modernidad y confort. La tendencia destaca que los hogares reflejarán una armonía entre el diseño contemporáneo y la naturaleza, permitiendo a los propietarios explorar y expresar su singularidad con más libertad que nunca.