El cicloturismo ligero de equipaje, una tendencia en auge, se está consolidando como una opción de viaje ideal para quienes buscan una experiencia más íntima y sostenible al explorar nuevos destinos. Esta modalidad de turismo en bicicleta, que prioriza la reducción de equipaje al mínimo indispensable, permite a los ciclistas disfrutar de trayectos por etapas, adaptándose a distintos ritmos y niveles de exigencia. La posibilidad de dormir al aire libre proporciona una conexión más estrecha con la naturaleza, permitiendo a los cicloturistas pernoctar en campamentos improvisados o áreas preparadas para tal fin, lo que reduce costos y aumenta la flexibilidad del viaje.
La creciente popularidad de este tipo de turismo se debe, en parte, a la búsqueda de experiencias auténticas y desafiantes en medio de un mundo cada vez más acelerado. Además, la infraestructura de rutas y caminos señalizados dedicados al ciclismo ha mejorado significativamente, facilitando acceso seguro y atractivo a diferentes paisajes. Este enfoque no solo atrae a jóvenes aventureros, sino también a adultos mayores que buscan formas alternativas de mantenerse activos y explorar su entorno. La tendencia también promueve un menor impacto ambiental, alineándose con las acciones sostenibles actuales y fomentando un turismo responsable que respeta el entorno y sus recursos.
Leer noticia completa en El Mundo.