Sobre el antiguo Olivar de la Hinojosa, en la década de los 90, surgió el parque Juan Carlos I, que hoy se ha consolidado como uno de los enclaves predilectos para la práctica deportiva en Madrid. Su creación transformó un espacio de cultivo en un pulmón verde urbano que ofrece diversas instalaciones y actividades al aire libre, atrayendo a cientos de madrileños cada semana. La modernización y renovación de esta área han sido clave para su popularidad, conjugando naturaleza y deporte de manera armoniosa.
Habitantes y visitantes de la capital frecuentan el parque para correr, montar en bicicleta y practicar deportes como el patinaje y el yoga, aprovechando las amplias zonas de césped y senderos que recorren sus 160 hectáreas. Además, el Juan Carlos I destaca por sus modernas instalaciones, incluyendo un lago navegable y una extensa red de pistas ciclables, lo cual lo convierte en un espacio multifuncional apto tanto para el ejercicio como para la relajación y el esparcimiento familiar.
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