Las nuevas investigaciones están aprovechando la tecnología 3D para optimizar el conocimiento de la anatomía quirúrgica en casos de cáncer renal localmente avanzado. Esta innovación tecnológica se ha convertido en una herramienta esencial en las cirugías para la extirpación del tumor, especialmente en nefrectomías parciales.
Durante estas intervenciones, se ha observado que la planificación en 3D reduce significativamente el tiempo quirúrgico y el riesgo de infecciones urinarias. Esto se debe a que esta tecnología permite una menor tasa de apertura de la vía urinaria y disminuye el tiempo de isquemia, un periodo crucial en el que se interrumpe o reduce el suministro de sangre, oxígeno y nutrientes al riñón. Estos datos han sido corroborados por los expertos participantes en el «I Curso de abordaje multidisciplinar del cáncer renal», organizado por ROC Clinic en el Hospital Universitario HM Sanchinarro de Madrid, con el patrocinio de Cella.
El doctor Vital Hevia, director médico y jefe de la Unidad de Riñón en ROC Clinic, y director del curso, subraya la integración de los modelos 3D en la consola robótica del cirujano. «Los modelos 3D se pueden integrar en la visión del cirujano, ofreciendo en todo momento una guía anatómica de alta exactitud que facilita la navegación y la planificación quirúrgica, pudiendo predecir a priori el nivel de complejidad de pasos clave de la nefrectomía parcial,» explica Hevia.
Más allá del ámbito clínico, la tecnología 3D también ofrece ventajas en la docencia y en la comunicación con los pacientes. Según Hevia, «ha demostrado ser una herramienta muy útil en la formación de residentes en anatomía quirúrgica renal y permite a los pacientes comprender con mayor facilidad el alcance de su enfermedad, la complejidad de su tratamiento y el eventual desarrollo de complicaciones postoperatorias.»
Diversos estudios refuerzan las ventajas de esta tecnología. Un artículo publicado en Europe PMC destaca que los modelos 3D mejoran la capacidad del cirujano para proporcionar una atención quirúrgica excelente, enfrentando las limitaciones de la planificación quirúrgica actual. Asimismo, los hospitales se benefician de la reducción del tiempo quirúrgico y de la duración de la estancia del paciente.
En relación con el cáncer renal localmente avanzado y con invasión de la vena cava, los investigadores están explorando el potencial de la tecnología 3D. «En estas operaciones, la precisión en el conocimiento de la anatomía quirúrgica es esencial para anticiparse a las dificultades que cada caso pueda plantear,» comenta el doctor Hevia.
El cáncer renal representa el 3% de todos los cánceres en adultos, con una mayor incidencia en países desarrollados, según datos del Ministerio de Sanidad. Su prevalencia es mayor en hombres de entre 40 y 60 años, y los principales factores de riesgo incluyen el tabaquismo, la enfermedad renal crónica y la obesidad.
«La esperanza de vida de los pacientes con cáncer renal depende del estadio de la enfermedad al momento del diagnóstico. Es excelente en la enfermedad localizada y más limitada en la enfermedad metastásica. No obstante, gracias a la inmunoterapia, hemos visto un notable aumento en la supervivencia de los pacientes con enfermedades metastásicas en los últimos años,» apunta el doctor Hevia.
Durante el curso se ha ofrecido una actualización sobre los más recientes avances diagnósticos y terapéuticos para cada estadio del cáncer renal, desde las fases más tempranas y localizadas hasta la enfermedad metastásica. En el abordaje multidisciplinar de esta enfermedad, urólogos y oncólogos comparten roles y tratamientos, ajustándose al estadio y la evolución temporal de la enfermedad en toda su cronología.