Cada año se lleva a cabo un simulacro en el interior del complejo, como parte de las medidas preventivas y de seguridad, ante la posibilidad de un siniestro. Este ejercicio implica la participación de todo el personal y está diseñado para evaluar la respuesta ante situaciones de emergencia, garantizando la seguridad de los ocupantes y la estructura del edificio. La actividad no solo abarca la evacuación organizada, sino la coordinación entre diferentes unidades de respuesta y el uso de equipos de protección personal.
Los simulacros son considerados esenciales para mantener una cultura de prevención y seguridad dentro de la organización. Permiten identificar posibles áreas de mejora y fortalecer la respuesta conjunta ante una eventualidad real. Además, contribuyen a reducir el tiempo de reacción del personal y aseguran un conocimiento práctico de las rutas de salida y protocolos de emergencia. Este ejercicio anual reafirma el compromiso del complejo con la seguridad y el bienestar de todos sus ocupantes.
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