Las energías renovables han experimentado un crecimiento sin precedentes, consolidándose como las principales aliadas en la lucha contra el cambio climático. Según el informe de la Agencia Internacional de las Energías Renovables (Irena), el año pasado se sumaron 585 gigavatios de nueva capacidad solar, eólica e hidroeléctrica a nivel mundial, marcando un aumento récord del 15,1%. António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, destacó la importancia de estos avances durante su participación en el foro Diálogos sobre el clima de Petersberg, subrayando que las renovables representaron más del 92% de toda la nueva capacidad de generación de electricidad instalada. No obstante, para alcanzar los objetivos establecidos en la Cumbre del Clima de Dubái, es esencial incrementar el ritmo de crecimiento al 16,6% anual hasta 2030. Los países firmantes del Acuerdo de París deberán entregar este año sus planes climáticos actualizados, conocidos como NDC, los cuales definirán sus estrategias para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
En el décimo aniversario del Acuerdo de París, Guterres resaltó los avances desde 2015, destacando que el 90% de las emisiones globales están bajo objetivos de emisiones netas cero. Aunque los compromisos nacionales acercan al planeta a un aumento de temperatura de 2,6°C, inferior al proyectado hace una década, las alarmantes estadísticas climáticas exigen acciones más contundentes. Los eventos climáticos extremos, cada vez más frecuentes y severos, subrayan la urgencia de una transición energética acelerada. Guterres instó a los países, especialmente a los del G20, a liderar este esfuerzo y asegurar el financiamiento para que las naciones en desarrollo puedan también avanzar hacia un futuro sostenible. Las energías renovables, al reducir costos y crear empleo, son presentadas no solo como una solución ambiental, sino también como una oportunidad económica en un escenario global marcado por incertidumbres.
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