Un sector de la población ha expresado su preocupación por lo que consideran una desvinculación creciente de la formación política con sus amplias bases sociales y su compromiso histórico con los valores democráticos. Este sentir surge en un contexto en el que se percibe que la dirección del partido está cada vez más alejada de las necesidades y expectativas de sus seguidores tradicionales, lo que ha generado críticas internas y externas. Los detractores señalan que las decisiones recientes reflejan un alejamiento de los principios fundamentales que alguna vez movilizaron a una gran parte de la ciudadanía.
Analistas políticos consideran que esta situación podría tener repercusiones significativas en el panorama político nacional, especialmente de cara a futuros comicios. La pérdida de conexión con las bases y los valores democráticos esenciales podría traducirse en una disminución del apoyo popular y un desafío a la unidad interna. Mientras tanto, los líderes de la formación enfrentan la presión de reconciliar las distintas facciones y reorientar su enfoque para alinearse nuevamente con los ideales que tradicionalmente han caracterizado al partido.
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