El Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF) continúa consolidándose como un evento clave en la industria cinematográfica, atraídos por la presencia de más de 700 mil espectadores en su edición número 50. Este certamen no solo es un punto de encuentro para ventas internacionales de películas, sino también un vehículo para que las producciones de Hollywood promocionen sus estrenos. Este año, el máximo galardón, otorgado por el público, fue para «Hamnet», una adaptación de la novela de Maggie O’Farrell dirigida por Chloé Zhao, que explora la vida de Shakespeare desde la perspectiva de su esposa. La película, protagonizada por Paul Mescal y Jessie Buckley, se impuso ante otros títulos destacados como «Frankenstein», de Guillermo del Toro, y «Puñales por la espalda: De entre los muertos».
Entre los premiados también se encontraban dos producciones españolas. «Forastera», el debut en largometraje de Lucía Aleñar Iglesias, recibió el Premio FIPRESCI de la crítica internacional, marcando un hito al ser la primera vez que una película catalana recibe este reconocimiento en Toronto. La historia sigue a Catalina, quien tras la muerte de su abuela, inicia un viaje emocional que la conecta con un mundo fantasmagórico. Por otro lado, el cortometraje «Talk Me», del director Joecar Hanna, también fue galardonado como el Mejor Cortometraje Internacional, destacando su audaz exploración de las relaciones en una sociedad distópica. Ambos trabajos evidencian el talento emergente de la cinematografía española en un festival marcado por la diversidad y la calidad de sus propuestas.
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