El éxito reciente de un procedimiento de trasplante en el Hospital Universitario 12 de Octubre refleja la eficacia de un enfoque multidisciplinar que reúne a la Coordinación de Trasplantes y los servicios médicos especializados en Cirugía Cardiaca, Cardiología, Medicina Intensiva, Anestesiología, Reanimación y Enfermería. Este logro se enmarca en la compleja donación en asistolia controlada, un proceso delicado que se inicia tras el fallecimiento del donante debido a una parada cardiorrespiratoria. Los donantes suelen ser pacientes con diagnósticos de enfermedades irreversibles o en fases terminales.
La intervención inmediata del equipo médico es crucial para la conservación y viabilidad de los órganos del donante. Utilizando sistemas avanzados de circulación extracorpórea, los profesionales pueden restablecer el flujo sanguíneo para analizar los órganos. Este procedimiento permite la extracción de órganos vitales como el hígado, riñones, pulmones, tejidos blandos y el corazón, que son luego transferidos a pacientes repartidos por distintas regiones del país. La generosidad de los donantes y sus familias es fundamental en este proceso, que no solo salva vidas sino que también amplía las posibilidades de éxito para los pacientes en lista de espera.
El Hospital Universitario 12 de Octubre, uno de los centros pioneros en esta técnica, mantiene activos todos sus programas de donación, tanto de cadáver como de donante vivo adulto. La estrategia incluye donaciones resultantes de muerte cerebral, asistolia y casos de paro cardiorrespiratorio en situaciones de emergencia. La implementación de la donación en asistolia controlada proporciona una nueva vía para aumentar las tasas de donación y trasplante.
En lo que va del año, desde enero hasta septiembre, el Hospital ha incorporado 42 donantes reales, superando los 30 del mismo periodo del año pasado. De estos, se han realizado 19 trasplantes de pulmón, 18 de hígado, uno de páncreas y 3 trasplantes renales mediante la técnica de asistolia controlada. Estos números no solo evidencian un incremento notable en las donaciones sino también una mejora en la calidad de vida de los receptores de los órganos, destacando la importancia de las donaciones en asistolia controlada para el sistema de salud.