En una reciente y destacada subasta organizada por Julien’s Auctions en Beverly Hills, los objetos personales del reconocido director David Lynch se convirtieron en valiosos recuerdos para sus admiradores. Esta venta, que se llevó a cabo solo seis meses después de su fallecimiento, incluyó una amplia gama de artículos, desde una cafetera Marzocco hasta guiones de sus icónicas películas. Lo que inicialmente se estimó en miles de dólares acabó recaudando sumas astronómicas. Una taza de «Twin Peaks» se adjudicó por 9.000 dólares, mientras que la cafetera alcanzó los 35.000 dólares, con el precio final de algunos artículos, como los guiones de «Lost Highway», superando los 195.000 dólares.
La subasta atrajo a multitudes tanto presencialmente como en línea, demostrando el impacto perdurable de Lynch en la cultura popular. La estrella del evento, sin embargo, fue la silla del director de cuero rojo, que tras un trepidante ciclo de pujas, alcanzó 91.000 dólares. La estrategia de la familia para subastar los objetos poco después de su muerte se justificó no solo por el interés de los fanáticos, sino también por la oportunidad de ahorrar impuestos. Los asistentes buscaban no solo adquirir una pieza de memorabilia, sino acercarse al enigmático universo de Lynch, cuyo legado sigue fascinando tanto por su apertura como por sus innumerables misterios.
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