La serie de Netflix, El cuerpo en llamas, que dramatiza el asesinato por el que Rosa Peral fue condenada a 25 años de prisión, ha suscitado controversia entre los representados en la ficción. Rosa Peral alega que la serie vulnera su derecho al honor, la propia imagen y la intimidad, extendiendo estas preocupaciones también a su hija. En respuesta, Peral ha solicitado una indemnización de 30 millones de euros a la plataforma. Mientras tanto, la jueza de Vilanova i la Geltrú ha otorgado a Rubén, el exmarido de Rosa, diez días para decidir si busca reclamar a Netflix en nombre de su hija, expresando su inquietud sobre la posible violación de la intimidad de la menor.
Rubén, quien ha roto su silencio con una carta enviada al programa Vamos a ver de Telecinco, manifestó estar evaluando los beneficios y las desventajas de emprender acciones legales, siempre priorizando el bienestar de su hija. Asimismo, ha expresado su agotamiento por la continua atención mediática del caso, que ha derivado en la creación de un personaje televisivo a partir de un crimen real. De manera vehemente, pidió que se proteja la intimidad de los menores involucrados, subrayando que, lamentablemente, las verdaderas víctimas del crimen parecen haber sido olvidadas. Alfonso Egea, colaborador del programa, destacó que Rubén deseaba aparecer en el matinal, pero su hija le pidió que no lo hiciera, priorizando así el respeto hacia ella.
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