El estadio Metropolitano vivió una tarde de frustración e indignación debido a la actuación arbitral de Sánchez Martínez durante el enfrentamiento entre Atlético de Madrid y Villarreal. La controversia se centró en un penalti señalado contra el jugador del Atlético, Reinildo, por una supuesta falta sobre Gerard Moreno. Aunque Reinildo primero tocó el balón antes de contactar al jugador contrario, el árbitro decidió señalar el punto de penalti, lo que ocasionó el gol que Villarreal necesitaba para igualar el partido. Samu Lino, autor del gol del empate para el Atlético, expresó su descontento con el arbitraje, solicitando un criterio más justo para futuros encuentros. Lino también mencionó otro incidente en el que consideró que el portero del Villarreal debió ser sancionado por una fuerte colisión con Correa, otro jugador del Atlético.
El entrenador del Atlético, Diego Simeone, mostró una actitud más conciliadora respecto a la controvertida decisión, afirmando que si el árbitro y su equipo consideraron que fue un penalti, así debería ser aceptado. Sin embargo, reconoció que el campeonato es extenso y que este empate podría ser solo un tropiezo menor en la carrera por la Liga. La situación se hace más compleja si el Real Madrid logra vencer al Valladolid, situación que pondría al Atlético en una posición crítica en su lucha por el título. Mientras tanto, el empate conseguido por el Villarreal en el Metropolitano marca un punto importante para los visitantes, pero deja a los rojiblancos mirando con urgencia hacia futuros desafíos, conscientes de que cada partido cuenta como un examen decisivo en su camino por el campeonato.
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