En un panorama donde las promesas corporativas toman un papel crucial, las actividades de Amazon y Google han sido objeto de escrutinio debido a su potencial impacto en los derechos humanos. Ambas corporaciones se han comprometido públicamente a garantizar que sus tecnologías no sean empleadas para propósitos que contravengan los principios éticos y derechos humanos, particularmente en contextos sensitivos como el de Israel y los Territorios Palestinos Ocupados.
En agosto de 2024, la Electronic Frontier Foundation (EFF) lanzó un llamado a la acción exigiendo claridad sobre la implicación de estos gigantes tecnológicos en el proyecto Nimbus. Esta colaboración de servicios en la nube con el gobierno israelí ha sido acusada de facilitar la vigilancia masiva y otros abusos de derechos humanos hacia la población palestina. Según la EFF, la falta de transparencia de Amazon y Google en este asunto aviva la preocupación sobre si las empresas tecnológicas están realmente comprometidas con los principios que han pregonado.
A pesar de las cartas enviadas a los ejecutivos de alto rango de Amazon y Google solicitando detalles sobre su participación en Nimbus y los métodos implementados para evitar abusos, las compañías no han emitido ninguna respuesta. Este silencio ha generado escepticismo sobre la gravedad de sus compromisos con los derechos humanos, un asunto cada vez más fundamental en el mundo corporativo.
El proyecto Nimbus ha dotado al gobierno israelí de capacidades avanzadas en la computación en la nube, las cuales se rumorea están siendo utilizadas en acciones que van desde procedimientos de vigilancia hasta la represión activa contra civiles. Estas acusaciones, de ser ciertas, plantean una crisis de derechos humanos en evolución que demanda una respuesta urgente y fundamentada.
Los estatutos éticos asumidos por Amazon y Google estipulan la conformidad con los Principios Rectores de la ONU sobre Empresas y Derechos Humanos. Sin embargo, la renuencia a abordar las preguntas planteadas por la EFF y otros defensores de los derechos humanos pone en tela de juicio la autenticidad de esas promesas. Transparencia y responsabilidad son exigencias esenciales que estas empresas deben abordar, especialmente dado el impacto potencial de sus tecnologías en la vida de miles de personas.
Al hacer públicas sus solicitudes a estas corporaciones, la EFF busca recalcar la necesidad de responsabilidad y rendición de cuentas. La falta de respuesta no solo ahonda las incertidumbres sobre la ética empresarial de Amazon y Google, sino que también resalta la preocupación creciente sobre su potencial complicidad en violaciones de derechos humanos. En un momento donde el escrutinio público sobre el comportamiento corporativo está en su apogeo, la reticencia a cooperar y esclarecer su involucramiento en los territorios ocupados puede ser vista como una evasión de sus propios compromisos y principios éticos declarados. La insistencia de la EFF por la transparencia y la rendición de cuentas continúa, en un esfuerzo por asegurar que los derechos humanos no sean pisoteados en la era digital.