Kylian Mbappé, estrella del Real Madrid, demostró su resurgimiento de confianza en el partido contra el Leganés, donde destacó por sus decisiones audaces y efectivas. Tras un episodio negativo en diciembre, cuando falló un penalti en Bilbao, el francés decidió cobrar el penalti del 1-0 con un atrevido tiro «a lo panenka», una decisión que reflejó su renovada confianza. Más tarde, cerró la remontada del Madrid con un tiro libre directo que contó con la colaboración de la barrera del equipo contrario. Este giro en su desempeño fue celebrado junto a Luis Llopis, el entrenador de porteros, lo que refleja su integración en el equipo y su disposición a probar nuevas tácticas trabajadas recientemente en los entrenamientos.
Carlo Ancelotti, entrenador del club blanco, agradeció el impacto del delantero en el juego, destacando que Mbappé está mucho más involucrado en el desarrollo del partido. Sin embargo, el partido no estuvo exento de polémica, ya que Borja Jiménez, del Leganés, denunció el arbitraje, especialmente en las decisiones que llevaron al primer gol y al tiro libre convertido por Mbappé. Esta situación desató un llamado para que el club adopte una postura más firme en sus protestas, en línea con otros equipos. A pesar de la queja del rival, Ancelotti desestimó las acusaciones, describiendo las jugadas como situaciones «grises», una declaración que equilibra la tensión en el entorno competitivo de la liga.
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