En Israel, la presión para poner fin a la guerra en Gaza se intensifica tanto en las calles como en las esferas de seguridad del país. Un grupo de 19 antiguos altos cargos de inteligencia, ejército y policía han instado al gobierno de Benjamín Netanyahu a finalizar la ofensiva y alcanzar un acuerdo de alto el fuego que libere a los rehenes. Este comunicado representa una de las críticas más fuertes al gobierno desde el inicio del conflicto a finales de 2023. La situación ha cobrado nuevo impulso a raíz de los videos de Hamás que muestran el deterioro físico de prisioneros israelíes, influyendo en el aumento de las protestas que exigen una tregua inmediata.
Los exdirectores de inteligencia y del ejército sostienen que la guerra empezó como una operación defensiva exitosa pero que ha perdido su propósito, lo que ahora representa una amenaza de derrota para Israel. Critican la continuada presencia militar en Gaza como un desastre sin logros significativos, a la vez que daña la imagen internacional del país. Antiguos líderes como Amos Malka y Tamir Prado advierten del peligro de continuar en este rumbo. Figuras políticas y militares del pasado defienden su autoridad en la materia, subrayando una experiencia combinada de más de 1,000 años en seguridad y diplomacia. La guerra, que estalló en octubre de 2023, había tenido un acuerdo inicial de alto el fuego, colapsado en marzo, dejando las negociaciones en un punto muerto.
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