En un entorno ya de por sí cargado de controversia, Meghan Markle vuelve a ser el foco de atención tras ser acusada de supuesto maltrato laboral por antiguos empleados. Según declaraciones reportadas por el programa «Socialité», la exduquesa de Sussex ejercería una gestión laboral que algunos han calificado de «dolorosa», utilizando una estrategia donde prima el control y la manipulación. Una exempleada describió que trabajar con Meghan implicaba una constante tensión, ya que «podía lanzarte a los lobos en cualquier momento». Estas acusaciones no solo reflejan un ambiente laboral difícil, sino que también han tenido secuelas personales para algunos, quienes mencionan haber necesitado terapia o tiempo libre para recuperarse de la presión vivida en sus empleos.
Paralelamente, en el vecindario exclusivo de Montecito, California, las voces críticas no cesan. Algunas personas del entorno donde residen Meghan y el príncipe Harry los han calificado como «las personas más pretenciosas y falsas del planeta», manifestando su descontento con la pareja real. A esto se suma el señalamiento de que la presencia de los duques ha influido en el incremento de los precios de la vivienda y en la enorme atención mediática que trastoca la cotidianeidad del lugar. Este cúmulo de críticas apunta a un creciente malestar tanto en el ámbito laboral de Meghan como en su comunidad, evidenciando las tensiones en torno a la vida del príncipe Harry y Meghan en su nueva etapa fuera del círculo de la realeza.
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