A las 17:37 horas, el día en que la depresión aislada en niveles altos (DANA) golpeó con fuerza, se produjo la primera llamada crucial entre las autoridades. En ese momento, el presidente se encontraba en el Ventorro con una periodista, discutiendo las medidas a tomar ante el inesperado fenómeno meteorológico que causaba estragos en la región. La llamada buscaba coordinar acciones urgentes para mitigar los impactos que ya comenzaban a hacerse sentir en infraestructuras y comunidades.
La situación demandaba respuestas rápidas ante los daños que el temporal estaba ocasionando. Con lluvias torrenciales y vientos intensos, las primeras intervenciones se centraron en asegurar las zonas más afectadas y organizar dispositivos de emergencia. Las autoridades hicieron un llamado a la población para mantenerse informada y seguir las indicaciones de seguridad. En reuniones subsiguientes, se enfatizó la necesidad de un esfuerzo conjunto entre los distintos cuerpos de emergencia para superar la crisis y asistir de manera efectiva a los damnificados.
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