El sindicato Progresa ha expresado su preocupación respecto a las recientes medidas adoptadas que afectarían a los agentes de seguridad, destacando que no solo impactan negativamente en las condiciones laborales de estos profesionales, sino que también representan un «grave perjuicio para la ciudadanía». Según la organización, estas acciones podrían comprometer la capacidad operativa y respuesta eficiente de las fuerzas de seguridad, lo que potencialmente aumentaría el riesgo para el público en general. Progresa critica la falta de diálogo y concertación con las autoridades antes de implementar estas reformas, subrayando que podrían tener consecuencias no deseadas para la seguridad pública.
El sindicato insiste en que la situación va más allá de un simple problema laboral, alertando sobre el impacto a largo plazo en el bienestar y la seguridad de la población. Además, recalcan la urgencia de revisar estas medidas para evitar un deterioro en los servicios policiales que podría derivar en una mayor inseguridad en las calles. Progresa hace un llamado a las autoridades para que reconsideren las políticas actuales y busquen soluciones que no solo beneficien a los agentes, sino que garanticen la protección y el bienestar de todos los ciudadanos.
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