La presión para que la Unión Europea adopte medidas contundentes contra la ofensiva israelí en Gaza sigue aumentando, tanto desde el interior del bloque como desde el exterior. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha recomendado suspender partes del acuerdo comercial con Israel, mientras que cerca de 300 exfuncionarios de la UE y embajadores han exigido acciones más drásticas, incluyendo la suspensión total del pacto bilateral y sanciones inmediatas contra líderes políticos y militares israelíes. Además, los firmantes han solicitado a la Asamblea General de la ONU y al Consejo de Seguridad que se reúnan de emergencia para considerar sanciones debido a las violaciones del derecho internacional por parte de Israel.
En un contexto de creciente descontento con la respuesta de Bruselas, los ex altos cargos europeos también abogan por el cese de importaciones y exportaciones de armas hacia Israel y la restricción de productos provenientes de asentamientos ilegales. Proponen, asimismo, que aliados comerciales clave de Israel implementen medidas similares. En paralelo, de cara a la Asamblea General de la ONU, instan a los países de la UE que aún no han reconocido a Palestina como Estado a unirse a los que sí lo han hecho, buscando reforzar una solución de dos Estados. La situación en Gaza ha generado un fuerte malestar y continuas protestas entre el personal de la UE, reflejando el clamor por una respuesta más firme a la tragedia humanitaria en la región.
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