Rafel Pérez presentó su dimisión tras revelarse una polémica campaña supuestamente liderada por Leire Díez, una colaboradora cercana al PSOE, que buscaba desacreditar a la unidad de la Guardia Civil especializada en investigar casos de corrupción. Esta información salió a la luz a través de una investigación periodística que expuso los intentos de manipulación y presión sobre la unidad encargada de casos sensibles relacionados con figuras políticas. La noticia ha generado una ola de críticas y demandas de transparencia tanto dentro del partido como en la oposición.
La controversia resalta las tensiones políticas recientes y la lucha por mantener la integridad de las investigaciones sobre corrupción en España. Fuentes internas han manifestado su preocupación por el impacto que tales acciones tienen sobre la confianza pública en las instituciones encargadas de impartir justicia. La dimisión de Pérez podría ser solo el comienzo de una serie de consecuencias políticas que podrían afectar al panorama electoral y la percepción ciudadana sobre el manejo del poder por parte del PSOE.
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