Centenares de antiguos funcionarios de Israel, incluyendo miembros del Mosad y del ejército, han manifestado que el brazo armado de Hamas ha sido desmantelado tras diversas operaciones en la región. Estas declaraciones, respaldadas por informes de inteligencia y análisis estratégicos, sugieren que el enfoque ahora debe centrarse en la recuperación de los 50 secuestrados que aún permanecen en manos de la organización. La situación de los cautivos se ha tornado en la máxima prioridad, desplazando preocupaciones anteriores sobre la capacidad armamentística de Hamas.
Las autoridades israelíes están bajo presión internacional para resolver la crisis humanitaria derivada del secuestro. Fuentes de alto nivel están discutiendo posibles medidas diplomáticas y militares para asegurar la liberación de los rehenes. A su vez, se están llevando a cabo negociaciones indirectas a través de mediadores en un intento por salvaguardar las vidas de los secuestrados y evitar escaladas que puedan desencadenar un nuevo conflicto. Mientras tanto, la comunidad internacional observa de cerca las acciones de Israel, que podrían establecer precedentes sobre cómo manejar situaciones similares en el futuro.
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