El exdiputado francés de origen marroquí, M’jid El Guerrab, ha sido condenado definitivamente por la justicia francesa a un año de prisión por agredir al socialista Boris Faure con un casco de moto en 2017. Este incidente ocurrió a la salida de un café en el distrito 5 de París y dejó a Faure con graves lesiones que requirieron cirugía y cuidados intensivos. A pesar de la condena, que ha sido ratificada por el Tribunal de Casación tras rechazar el recurso presentado por El Guerrab, el político ha mantenido cierta visibilidad pública. Aunque dimitió como diputado, sigue siendo un firme defensor del presidente Emmanuel Macron, permaneciendo activo en redes sociales y en eventos políticos, como el reciente viaje de Macron a Rabat.
Tras los hechos en 2017, El Guerrab renunció a La République En Marche, el partido de Macron, para no perjudicar la mayoría parlamentaria del gobierno, aunque conservó su escaño en la Asamblea Nacional. Su figura ha generado controversia en Francia debido a su implicación en este violento incidente, que detonó debates sobre el comportamiento ético de sus representantes políticos. A pesar del escándalo, El Guerrab continúa expresando publicamente su apoyo a Macron, destacando en sus publicaciones personales el valor y la importancia de las políticas del mandatario francés. Esta postura ha sido vista por algunos como un intento de mantener su influencia política y relevancia, a pesar de estar inmerso en una polémica judicial que ha captado la atención mediática y ha rehecho su carrera política.
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