Yaakov Amidror, general retirado del ejército israelí y ex asesor de Seguridad Nacional, aborda con ironía y chascarrillos la implicación del Mosad en la reciente campaña contra Hizbulá, que culminó con el asesinato de su líder, Nasralá. La conversación se realizó justo antes de que una ola de misiles iraníes impactara en Israel, una situación que envalentona a Amidror, quien ve la destrucción de Hizbulá como un preludio a una invasión terrestre del Líbano. Con una carrera de 36 años en las Fuerzas de Defensa de Israel, Amidror destaca la necesidad de eliminar la capacidad militar de Hizbulá para evitar que represente una amenaza similar a la que Hamás presentó en Gaza.
Amidror, quien fue jefe del Consejo de Seguridad Nacional entre 2011 y 2013, enfatiza que la infiltración y eliminación de la cúpula de Hizbulá es significativa tanto por la experiencia militar perdida como por la desconfianza sembrada entre sus filas. Subraya que Israel no puede permitirse que Hizbulá vuelva a crecer y detalla una estrategia basada en destruir la capacidad de misiles y comandantes de la organización. Además, Amidror destaca las innovaciones tecnológicas y la superioridad aérea como claves en la estrategia militar israelí, insistiendo en que las lecciones aprendidas deben traducirse en mayores inversiones en seguridad para hacer frente tanto a Hizbulá como a las amenazas iraníes.
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