El Partido Popular (PP) y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) han incrementado la presión sobre el gobierno actual al llevar a cabo dos votaciones consecutivas en el Parlamento relacionadas con el gasto militar, un tema que el ejecutivo ha tratado de evitar en su agenda política. Las votaciones, promovidas por ambos partidos, tienen como objetivo abrir un debate sobre el nivel de inversión en defensa, en un contexto de crecientes tensiones internacionales y la necesidad de ajustarse a compromisos de incremento presupuestario en materia militar. Mientras tanto, el gobierno ha esquivado estas iniciativas, priorizando otros asuntos en su gestión, lo que ha generado un clima de tensión en el ámbito legislativo.
El posicionamiento del PP y del BNG responde a una estrategia que busca desafiar al gobierno y poner sobre la mesa la discusión sobre la pertinencia y la magnitud del gasto militar en la coyuntura actual. Esta maniobra permite a ambos partidos capitalizar políticamente al movilizar la discusión pública sobre el uso de recursos en defensa versus otros sectores sociales. La reticencia del gobierno a participar en esta discusión no ha pasado desapercibida para la oposición, que critica la falta de compromiso en abordar un tema que consideran crucial para la seguridad del país y el cumplimiento de compromisos internacionales. Esta pugna refleja el clima polarizado entre el gobierno y la oposición, en un año en el que se anticipan importantes decisiones presupuestarias.
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