Esta mañana, la explanada de Sagüés, situada junto a la playa de La Zurriola en San Sebastián, se transformó en el epicentro de un complejo ejercicio de emergencia, donde más de 150 personas participaron en un simulacro de atropello múltiple seguido de una avalancha. Esta actividad fue organizada conjuntamente por el Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa (COEGI) y el Instituto Superior de Formación Sanitaria (ISFOS), sirviendo de práctica final para el Curso de Experto/a en Enfermería en Urgencias y Emergencias.
El evento contó con la colaboración de un amplio espectro de servicios de emergencia, incluyendo a Bomberos, Cruz Roja, DYA, la Guardia Municipal, Movilidad y Ambulancias Gipuzkoa. También estuvieron presentes estudiantes del Instituto Técnico Easo y la Ikastola Eizmendi, quienes hicieron las veces de víctimas, proporcionando un toque de realismo al ejercicio.
A primera hora, se iniciaron las llamadas de alerta al servicio de emergencias 112, desencadenando la rápida respuesta y activación de los recursos necesarios. Los Bomberos de Donostia-San Sebastián se encargaron de asegurar el área, facilitando el trabajo de los equipos sanitarios en el rescate de las víctimas.
El despliegue de ambulancias de DYA y Cruz Roja, junto a la instalación de un Puesto Sanitario Avanzado (PSA) por parte de Ambulancias Gipuzkoa, permitió la simulación de atención médica y traslado de heridos a centros hospitalarios. Este impresionante despliegue subrayó la crucial importancia de la práctica y la coordinación interinstitucional ante escenarios de emergencia.
Desde el COEGI se destacó que las condiciones de sorpresa para los participantes ayudaron a replicar de manera efectiva un siniestro real. Cada equipo tuvo un rol específico: las enfermeras proporcionaron atención médica directa, mientras que los Bomberos se concentraron en asegurar la escena y localizar a las víctimas. DYA y Cruz Roja fueron fundamentales en el soporte de evacuación y atención médica, y la Guardia Municipal gestionó el tráfico y la seguridad del área.
Este simulacro no solo reforzó las habilidades adquiridas por los profesionales durante el curso, sino que también evidenció la capacidad de respuesta coordinada ante situaciones críticas, realzando la importancia de estos entrenamientos prácticos en la preparación de los equipos de emergencia.