Desde que Pedro Sánchez asumió la presidencia del Gobierno en 2018, su rostro ha seguido de cerca las etapas de su carrera política. Inicialmente, su piel mostraba signos de acné y un tono desigual, evidenciando la falta de cuidados especializados. Sin embargo, con el apoyo de expertos, estos problemas han mejorado significativamente. Raquel González, cosmetóloga y fundadora de Byoode, destaca que se notó una mejora notable en la uniformidad y reducción de imperfecciones.
En contraste, el actual contexto político parece haber dejado su huella en la apariencia de Sánchez. González identifica flacidez y deshidratación en su piel, reflejando un evidente agotamiento emocional. En redes sociales, hay quienes sugieren que utiliza maquillaje para mitigar estas señales de fatiga.
El impacto del estrés en la vida del presidente no es menor. Estefanía Nieto, directora de Medik8, explica que el aumento de cortisol en situaciones de alta presión afecta la producción de colágeno y contribuye a la aparición de manchas, dejando la piel más frágil y marcada por el cansancio.
Además, la reciente pérdida de peso de Sánchez resalta estas características. Patricia Garín, directora de Boutijour, menciona que la reducción de grasa facial puede causar un envejecimiento repentino, enfatizando las líneas nasogenianas y la caída de las mejillas.
Marta Agustí, directora de Advanced Nutrition Programme, recuerda que el estado de la piel refleja el bienestar interno, afectado muchas veces por el estrés crónico que provoca inflamación intestinal. Cambios en la dieta y los hábitos de sueño, comunes en épocas de crisis, también deterioran la salud cutánea, dando lugar a un rostro más apagado.
Los especialistas coinciden en que, aunque una buena rutina de cuidado ayuda, las influencias emocionales son palpables en la piel. Según González, la expresión facial cambia, mostrando tensión y una apariencia envejecida por el estrés y la tristeza.
Sin embargo, hay esperanza para mejorar la salud de su piel. Estefanía Nieto sugiere que aunque es difícil recuperar el colágeno perdido, se puede estimular su producción natural mediante retinoides, vitamina C y un descanso adecuado. Además, la alimentación y el sueño juegan un papel crucial en la recuperación cutánea, reflejando bienestar tanto físico como emocional.