En un análisis reciente, el Gabinete Económico del Comité Confederal de la CGT ha expuesto una realidad laboral en España que, aunque muestra signos de recuperación en términos de empleo y reducción del desempleo, sigue siendo preocupante debido a la precariedad y pobreza laboral persistentes. Los datos más recientes de la Encuesta de Población Activa (EPA) indican un aumento en la ocupación y un descenso en el paro, con la tasa de desempleo situada en el 11,21%. Sin embargo, esta positividad se ve opacada por la caída de los salarios reales y el auge de contratos a tiempo parcial, que ahora representan el 12,8% del empleo total.
El empleo a tiempo parcial, que para muchos es una opción obligada por la carencia de empleos a jornada completa, no ofrece, en muchos casos, un salario suficiente para llevar una vida digna. Esto se ve reflejado en la pobreza laboral, ya que el 30% de las personas que viven por debajo del umbral de la pobreza están empleadas. La situación es más alarmante en sectores como la agricultura y el trabajo doméstico, donde la pobreza laboral alcanza cifras del 31,4% y 29,4% respectivamente.
El tema de la vivienda también destaca como un problema significativo. Alrededor del 45% de quienes residen en viviendas de alquiler han estado en riesgo de pobreza o exclusión social entre 2015 y 2023. Esto se debe al desproporcionado aumento del precio de la vivienda en comparación con el incremento salarial, especialmente afectando a los más jóvenes, que son más propensos a vivir de alquiler.
Las crecientes protestas en ciudades españolas, como Madrid y Málaga, son un reflejo de la gravedad de esta crisis habitacional, alimentada por la especulación y el rentismo que dificultan aún más la vida de quienes ya enfrentan salarios bajos y empleo precario.
En resumen, a pesar de las mejoras en el empleo, la compleja interacción entre los salarios estancados, la elevada precariedad laboral y una crisis de vivienda desafían la imagen positiva promovida por el Gobierno. La CGT insta a abordar con urgencia estas problemáticas para evitar que la pobreza laboral y la inseguridad habitacional se conviertan en un legado permanente de la economía española.
Fuente: CGT