En los últimos meses, el suministro de electricidad ha enfrentado tensiones significativas debido a la creciente urbanización, el aumento de la población y los efectos del cambio climático. Estos factores han elevado la probabilidad de cortes eléctricos en diversas regiones. Para abordar esta problemática, científicos analizan datos históricos sobre interrupciones del servicio para desarrollar predicciones probabilísticas precisas.
El investigador Boudewijn van Milligen, del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), ha coautorado un estudio publicado en la revista Chaos, en el que se investigan los criterios para diagnosticar la probabilidad de eventos extremos en las redes eléctricas. Van Milligen aplicó una técnica de análisis causal llamada "entropía de transferencia" a un modelo existente sobre la dinámica de las redes eléctricas conocido como OPA.
A propósito del reciente apagón en España, Van Milligen no lo atribuye a una sobrecarga local, afirmando que no existían circunstancias que lo sugirieran. No obstante, recalca que se debe esperar a completar el análisis de las causas.
El estudio destaca que las redes eléctricas suelen operar al borde del colapso, donde cualquier perturbación pequeña podría desencadenar un fallo en cascada, resultando en apagones masivos. Van Milligen compara esta situación con el "aleteo de una mariposa" de la teoría del caos, sugiriendo que la raíz del problema no es un fallo específico, sino la inestabilidad del sistema en general.
El mensaje fundamental del estudio radica en la necesidad de sobredimensionar las redes eléctricas para prevenir inestabilidades. Sin embargo, este enfoque encuentra resistencia debido a los altos costos de inversión que las compañías eléctricas tienden a minimizar. Aunque se están haciendo esfuerzos para anticipar apagones, Van Milligen concluye que, al igual que con los fenómenos atmosféricos o terremotos, las predicciones no pueden ser completamente precisas.