La Comisión Europea ha divulgado su segundo informe sobre el Estado de la Década Digital, un documento que pinta un panorama inquietante respecto al progreso de la Unión Europea hacia sus metas digitales para 2030. A pesar de los esfuerzos colectivos de los Estados miembros, el análisis revela importantes deficiencias en campos fundamentales como habilidades digitales, conectividad, inteligencia artificial (IA) y ecosistemas de startups.
El informe destaca que Europa aún está lejos de cumplir con sus objetivos de transformación digital. Para 2023, sólo el 64% de los hogares contaba con redes de fibra óptica, esenciales para habilitar tecnologías avanzadas como la IA y el Internet de las Cosas (IoT). En el ámbito móvil, las redes 5G de alta calidad abarcan apenas el 50% del territorio europeo, muy por debajo del objetivo del 100% para 2030.
La adopción de tecnologías digitales en el sector empresarial también se encuentra atrasada. Solo el 64% de las empresas utiliza servicios en la nube, el 50% analiza big data y apenas el 17% ha integrado la IA, en comparación con el objetivo del 75% del Programa de Políticas de la Década Digital (DDPP). Este retardo es alarmante, especialmente para las pequeñas y medianas empresas (PYMES), que necesitan incentivos específicos para integrar estas herramientas y mantener su competitividad en un mercado global cada vez más innovador.
Un problema persistente resaltado en el informe es la brecha digital entre áreas urbanas y rurales. Aunque las ciudades han avanzado en cuanto a infraestructura digital, las zonas menos desarrolladas permanecen rezagadas. La Comisión Europea ha implementado iniciativas como los Proyectos Multipaís y los Centros Europeos de Innovación Digital para abordar esta cuestión, pero el progreso sigue siendo insuficiente.
Otro aspecto crítico es la falta de habilidades digitales entre la ciudadanía europea. Actualmente, solo el 55,6% de la población posee competencias digitales básicas, en contraste con el objetivo del 80% para 2030. Además, se proyecta que el número de especialistas en TIC alcanzará solo 12 millones en 2030, con una significativa desigualdad de género. Los Estados miembros deben fomentar la educación en disciplinas STEM, especialmente entre las mujeres, para mitigar esta laguna.
Aunque ha habido avances en la digitalización de los servicios públicos, como el acceso al 93% de identificación electrónica, se necesitan más esfuerzos para lograr que el 100% de estos servicios sean digitales para 2030, un desafío notable en algunos Estados miembros.
La Comisión insta a los Estados miembros a revisar sus hojas de ruta digitales antes de diciembre de 2024 y alinearlas con los objetivos del DDPP. Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva para una Europa Adaptada a la Era Digital, enfatiza la necesidad de invertir más en habilidades, conectividad de calidad e IA, mientras que Thierry Breton, comisario de Mercado Interior, resalta la importancia de la cooperación transfronteriza y la integración del mercado único digital.
El informe concluye que el éxito de la transformación digital en Europa dependerá de una estrategia integrada que combine inversión, innovación y colaboración. Sin embargo, las brechas identificadas en habilidades, conectividad y adopción tecnológica plantean serios desafíos para el futuro del bloque en la competencia tecnológica global. La edición de 2025 del informe será crítica para determinar si Europa avanza hacia sus ambiciosos objetivos o si las deficiencias estructurales continuarán obstaculizando su progreso.