Las potencias europeas, Reino Unido, Francia y Alemania, han unido sus voces para exigir el fin de la ofensiva israelí en Gaza, condenando la «catástrofe humanitaria» que se vive en la región. Su comunicado representa un gesto hacia el consenso europeo frente al conflicto, en contraste con la postura de Estados Unidos e Israel, que continúan justificando su intervención militar. Esta profunda división se ve acentuada por las imágenes de desnutrición que llegan desde Gaza, impulsando a los líderes europeos a pedir acciones inmediatas para permitir la entrada de ayuda humanitaria a la Franja. A pesar de los esfuerzos de mediación, la retirada de negociadores israelíes de Qatar y la postura inflexible de EE.UU. han frustrado las esperanzas de alcanzar una tregua y un cese al fuego inmediato.
Ante esta situación, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha anunciado que Francia reconocerá al Estado palestino en septiembre, una acción que busca presionar a Israel y ayudar a los palestinos. Paralelamente, el primer ministro británico, Keir Starmer, junto con el canciller alemán, Friederich Merz, han llamado a Israel a levantar las restricciones al flujo de ayuda. Mientras tanto, la ONU continúa denunciando la crisis humanitaria y alertando sobre la falta de acceso a alimentos básicos, en medio de un bloqueo que impide la llegada de suministros vitales. La comunidad internacional observa con preocupación el deterioro en Gaza, reflejando una «crisis moral» que desafía la conciencia global según António Guterres, secretario general de la ONU.
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