La transformación digital se ha consolidado como una prioridad en la agenda europea, reflejando un mosaico de avances y retos en la infraestructura digital entre los Estados miembros. Con énfasis en la conectividad y el despliegue de fibra óptica, el informe «Telecoms Outlook 2024» de ING destaca a España y Francia por su liderazgo en redes de fibra, mientras que Italia avanza sólidamente en cobertura 5G. Los Países Bajos sobresalen al combinar ambos frentes, posicionándose como líderes en conectividad. Alemania ha intensificado sus esfuerzos en fibra óptica, aunque todavía le queda camino por recorrer en comparación con sus vecinos.
El crecimiento del mercado de centros de datos en Europa ha sido notable, con París a la cabeza al registrar un incremento superior al 40% en el primer trimestre de 2024. Sin embargo, la disponibilidad de energía sigue siendo un desafío en hubs como Frankfurt. Este fenómeno ha impulsado una expansión hacia mercados emergentes como España, Italia y Portugal, gracias a su disponibilidad de espacio y costos más accesibles, atrayendo inversiones significativas.
En cuanto a inversiones en infraestructura digital, España ha captado la atención con importantes anuncios: Amazon ha destinado €15.700 millones para expandir sus servicios en Aragón, y Oracle planea inyectar más de $1.000 millones en inteligencia artificial y computación en la nube. Alemania también ha visto un compromiso considerable de Amazon, con €17.800 millones orientados a su red logística y servicios en la nube, incluyendo el lanzamiento del AWS European Sovereign Cloud en Brandeburgo.
El plan NextGenerationEU ha sido crucial para catalizar la digitalización. España ha utilizado sus fondos para reformas laborales y digitales, alcanzando el 72% de sus objetivos, mientras que Italia, con €194.400 millones asegurados, se encuentra cumpliendo el 65% de sus metas, enfrentando ciertos retos de ejecución. Francia ha integrado estos recursos en su plan «France Relance», enfocando en competitividad y transición ecológica. Alemania, por su parte, asignó el 56% de sus fondos a la digitalización, aunque su impacto está bajo evaluación.
La soberanía digital también ha cobrado relevancia, con grandes nombres como Google y Microsoft fortaleciendo sus compromisos en Europa. Google ha ampliado sus ofertas de «nube soberana», colaborando con socios locales como Thales en Francia y próximamente en Alemania, para alinearse con las regulaciones de soberanía de datos.
En conclusión, la infraestructura digital europea presenta un panorama variado. España y Francia destacan en conectividad, mientras Alemania y los Países Bajos avanzan en la expansión de centros de datos. Las inversiones y el uso estratégico de fondos europeos están modificando el mapa digital del continente, a pesar de los desafíos en la ejecución y la coordinación de políticas que aún persisten.
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