La Unión Europea ha anunciado una inversión histórica de 5.000 millones de euros en la construcción de una de las fábricas de semiconductores más grandes del continente, ubicada en Dresde, Alemania. Este proyecto, liderado por Infineon, responde a la necesidad de satisfacer la creciente demanda global de chips, impulsada por la rápida expansión de la inteligencia artificial.
La Comisión Europea ha dado el visto bueno definitivo a la megafábrica denominada Smart Power Fab, que se erigirá en el centro de Silicon Saxony, un importante clúster de tecnología en Europa. Esta inversión no solo busca fortalecer la producción interna de semiconductores, sino también reducir la dependencia de Asia y Estados Unidos.
El nuevo Gobierno alemán ha asegurado un financiamiento de 920 millones de euros como parte del European Chips Act, iniciativa que persigue recuperar la soberanía tecnológica del continente. Este apoyo institucional es clave para enfrentar los desafíos que plantea el auge de tecnologías como la IA generativa, cuya demanda ha puesto a prueba la capacidad de la cadena de suministro de chips global.
La Smart Power Fab, centrada en tecnologías de eficiencia energética, se perfila como un eje estratégico, generando más de 1.000 empleos directos y 6.000 indirectos en la región, gracias a proveedores y servicios asociados.
Aunque la construcción comenzó hace dos años, la confirmación de los fondos ha sido crucial para continuar con el proyecto. La ministra de Economía alemana, Katherina Reiche, afirmó que el edificio principal de la fábrica ya está casi listo. Se prevé que la producción de chips comience en 2026, alcanzando plena operatividad en 2031.
La elección de Dresde no es casual; Silicon Saxony es el epicentro de la microelectrónica europea, albergando a gigantes como GlobalFoundries y Bosch. Este proyecto se enmarca dentro del programa IPCEI ME/CT, facilitando ayudas estatales para proyectos críticos para la competitividad europea.
Europa avanza así firme hacia la soberanía tecnológica, vital en sectores como automoción, telecomunicaciones y defensa. Con la Smart Power Fab, la región apuesta por la innovación, la autonomía industrial y la generación de empleo de calidad, reforzando su posición en un contexto en el que los semiconductores son más estratégicos que nunca.
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