El reciente aumento de tarifas por parte de Etecsa, la empresa estatal de telecomunicaciones en Cuba, ha desencadenado un fuerte descontento social. Este «tarifazo», considerado excesivo por muchos, ha logrado algo sin precedentes: unir a sectores que generalmente se alinean con el régimen, específicamente el claustro de profesores. En un gesto inusual, los docentes han expresado su apoyo a los estudiantes que protestan contra los incrementos, evidenciando la magnitud del impacto económico en la población y la creciente insatisfacción con las medidas gubernamentales.
Este movimiento de protesta subraya la tensión latente en la sociedad cubana, donde las dificultades económicas y el control estatal generan cada vez más fricciones. El respaldo de los profesores, tradicionalmente leales al gobierno, resalta la gravedad de la situación y su capacidad para incidir en sectores históricamente alineados con el poder. La reacción popular frente al tarifazo de Etecsa podría ser un indicativo de un cambio en la dinámica social del país, marcando un nuevo capítulo en las relaciones entre el estado y sus ciudadanos.
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