El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la ejecución de la Operación Martillo de Medianoche, un ataque aéreo dirigido contra las instalaciones nucleares de Irán situadas en Natanz, Isfahán y Fordow. Trump, a través de Truth Social, calificó la operación de exitosa, asegurando que «todos los aviones regresan sanos y salvos». En una breve comparecencia, el mandatario estadounidense, junto a su equipo de seguridad nacional, advirtió que Irán debe aceptar la paz o enfrentará ataques aún mayores. Según el secretario de Defensa, Pete Hegseth, el ejército estadounidense desplegó una compleja operación que involucró bombarderos B-2, submarinos y 125 aviones, utilizando bombas antibúnker GBU-57 de gran potencia.
La respuesta de Irán no se hizo esperar, solicitando al Consejo de Seguridad de la ONU una reunión extraordinaria para condenar la acción que calificaron de «ilegal» e «imprudente». Además, el ministro de Exteriores iraní, Abás Aragchi, aseguró que Teherán se reserva todas las opciones para responder al ataque, condicionando su retorno a la mesa de negociaciones. En represalia, Irán lanzó una andanada de misiles contra Israel, resultando en al menos diez heridos leves. La situación ha generado tensiones crecientes en Oriente Próximo, con múltiples actores internacionales atentos a los próximos movimientos de ambas naciones.
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