La biodiversidad y la presencia de aves en los ecosistemas aportan significativos beneficios económicos y ambientales, más allá de las grandes acciones gubernamentales y empresariales. Iniciativas comunitarias y individuales desempeñan un papel crucial en la conservación aviar, mejorando paisajes y proporcionando beneficios tangibles para la salud y economía. Ejemplos como el arrendajo, que contribuye a la plantación de árboles, y otras especies que controlan plagas, destacan la importancia de la diversidad de aves en la regeneración y equilibrio de los hábitats. Programas como el proyecto «Santander Capital Natural» refuerzan estos esfuerzos, involucrando a la ciudadanía en la creación de espacios verdes biodiversos y mejorando la calidad de vida urbana.
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